Para tener un buen perro guardián hay que educarlo correctamente, la elección de la raza se basa en una características muy especiales, las cuales, las reúne el mastín leonés. Para no equivocarnos en la elección lo primero hay que observar a los padres y de esa camada elegir a un cachorro, sin enfermedades y con un comportamiento intermedio que muestre cierta sumisión y no sea agresivo. En los primeros meses de vida el cachorro tiene que convivir con el rebaño que va a proteger en un futuro, es la base fundamental de la correcta crianza de un perro guardián para nuestro rebaño. Se necesita un mastín por cada 150-200 ovejas, con un mínimo de dos perros, recomendable un macho y una hembra. Este mastín con el tiempo será un perro con gran corpulencia y comportamiento territorial, con un carácter independiente del hombre y que jamás abandone al ganado.